jueves, 28 de mayo de 2015

Horrorizada por el suceso del camión donde han muerto 71 sirios, he escrito este pequeño monólogo desde la voz de uno de los cuatro niños. Ojalá aprendamos de los inocentes para construir un mundo mejor.
   
CAMIÓN AL PARAISO 
Antonia Bueno
           
Ein, swei, drei… Mira, madre, ya sé contar hasta tres en alemán.
Cuatro, cinco, seis… Seguro que enseguida aprendo los siguientes números.
Diez, doce, catorce… Cuando vaya a la escuela.
Veinte… veinticinco… treinta…¡Cuánta gente!
Cuarenta… ¿Cabremos nosotros?
Cincuenta… sesenta… ¡Madre, ya nos toca! Dame la mano para subir.
Setenta, setenta y uno.
Han cerrado las puertas.
¡Menos mal que estamos dentro!

Han subido otros tres niños. Ahora no les veo. Con tanta gente…
A lo mejor nos hacemos amigos en el paraíso.

¿Cómo es el paraíso, madre? Aquel hombre dice que allí siempre hace frío.
Y que no hay guerra.

Aquí hace calor.
Claro, esto no es todavía el paraíso.

Tengo hambre.
Me comería el sándwich gigante, ese que hay pintado ahí fuera.
Me comería hasta la gallina gigantesca, con cresta y todo.
¡Qué bonitos esos dibujos, verdad, madre?

Cuando sea mayor, yo también tendré un camión como éste, con sándwiches y gallinas de colores, y viajaré por el mundo. Y sacaré a mucha gente de las guerras.
Pero, ¿sabes qué?: Iré sentado ahí delante, en la cabina. Y no cobraré dinero a la gente. Y les pondré bancos para que se sienten y ventanas para que puedan ver los paisajes, y comida y…

¿Por qué los de la cabina nos llaman inmigrantes? Yo creía que éramos sirios.
Será lo mismo en otro idioma.

Yo aprenderé muchos idiomas, madre, para entender a todo el mundo y hacer muchos amigos en todas partes. Y así no haremos la guerra, porque a un amigo no se le mata, ¿verdad, madre?

Madre, quiero orinar. Madre, no puedo aguantar. Madre…
Lo siento, ya sé que son los únicos pantalones.
Pero seguro que el paraíso está lleno de pantalones.

¿Cuándo llegamos? Esa mujer dice que debemos estar cerca de la frontera.
¿Qué es la frontera, madre? ¿Es la puerta del Paraíso?

¿Por qué gritan, madre? No entiendo.
No grites tú también, madre.

¡¡El camión se ha detenido!!
Pronto nos sacarán de aquí.

¿Por qué golpean las paredes?
¿Es que nadie nos oye?

Me ahogo. Abrázame, madre, tengo mucho miedo.

Madre, porqué todo se ha detenido, los gritos, los golpes…

Madre, ¿por qué no me respondes?

Madre, ¿por qué no oigo mi propia voz?

Madre, ¿dónde estamos?

¿Ya hemos llegado?

Las puertas se abren, madre. ¡Qué luz cegadora!
¿Quiénes son esas figuras blancas? ¿Son ángeles?
 
Creo, madre, que hemos llegado al paraíso.
Madre… ¡Madre! ¡¡Madre!!